Fenómeno sociocultural que tiene poco que aportar al cine de superhéroes
El viernes pasado se estrenó Black Panther, primera entrega del MCU (Marvel Cinematic Universe) de este 2018 y evento cinematográfico e histórico, ya que es el primer blockbuster con un elenco prácticamente negro, tanto delante como detrás de las cámaras.
Esta película no la metí en mi lista de estrenos más esperados porque, aunque tenía muchas ganas de verla, Infinity War es mi prioridad dentro de este universo y quería dar variedad a la entrada, que pueden ver aquí si no lo han hecho ya.
No sabía muy bien qué esperar. Los trailers prometían mucho, pero por último sentía que querían forzar más un evento cultural que una buena película y, aunque finalmente tenía parte de razón, el producto final ha sido una mezcla de ambas cosas.
La trama despega después de Civil War tras la muerte del padre de T'Challa, que se convertirá no solo en el nuevo Rey de Wakanda, sino en Black Panther, guerrero y protector del país.
Como toda película de Marvel, tiene muchos aspectos positivos, sobre todo en el terreno visual, pero este universo está empezando a seguir siempre la misma fórmula y, aunque me cuesta admitirlo, puede que me esté cansando ya de este tipo de cine, aunque por otro lado me ha entretenido mucho y la he disfrutado.
Entiendo que es un gran paso para la cultura afroamericana y que es normal que su sello se vea reflejado en la película, pero en muchas escenas me ha parecido muy forzado y, aunque procedan de la misma raza, las culturas africana y afroamericana no son iguales y la mezcla de ambas, a mí por lo menos, me ha resultado algo chocante.
Agradecí mucho los elementos y sonidos africanos de la banda sonora, pero cuando de pronto metían elementos de Hip Hop me sacaba completamente de la película.
Esto me pasó también con la mezcla de futurismo y tradición en la cultura de Wakanda. Que un país tan avanzado tecnológicamente se rija por rituales tribales antiguos me pareció una gran incoherencia y para mi gusto algo ridículo.
No quiero hacer spoilers, pero para los que hayan visto la película, me refiero sobre todo a los ritos a los que está sujeto el trono de Wakanda y lo fácil que es usurparlo.
Las actuaciones han estado muy bien, sobre todo las de Chadwick Boseman en el papel protagonista y la de Letitia Wright como su hermana, que ha sido mi personaje preferido de toda la película y la relación entre ambos ha sido lo que más me ha llegado.
Lupita Nyong'o y Danai Gurira me han gustado mucho también, especialmente la segunda, que tiene las mejores escenas de acción de la película.
Hablando de las escenas de acción, ha sido lo que más me ha decepcionado, ya que han sido muy pocas y nada espectaculares. Ya comenté que visualmente destaca mucho, pero esto es gracias a la fotografía y la cinematografía, creando escenarios y momentos que quitan el aliento.
Aparte de eso, otra cosa que no me gustó nada fue el villano. Michael B. Jordan me pareció el peor de este gran elenco de actores afroamericanos y no sé si fue por su actuación o por cómo estaba escrito el personaje, pero vamos desde el primer momento en que apareció hasta el final me sacaba de la trama cada vez que entraba en escena.
Algo parecido me pasó con el personaje de Daniel Kaluuya, pero este al menos empezó gustándome, aunque a mitad de la trama empezara a caerme muy pero que muy mal.
La película en general me ha gustado y me ha entretenido, cumpliendo así su función básica, pero, como ya he dicho he visto demasiado forzados los elementos políticos y culturales que han metido y me ha parecido que se han centrado demasiado en eso en lugar de centrarse en la historia.
Además, tenemos una película completamente aislada del MCU y que no nos aporta nada para entender la historia global de este universo. Ni siquiera es una historia de origen del personaje porque su origen ya lo conocimos en Civil War, por lo que realmente, podrían habérsela ahorrado por completo.
Nota: 7.5/10
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