Un disco lleno de colores y esperanza
Sé que llevo unas semanas desaparecido y que me han faltado un montón de noticias que reportar, pero estoy aprovechando las vacaciones al máximo y no he tenido tiempo de actualizar el blog tanto como me gustaría, pero aquí vengo con el review de Rainbow el nuevo y esperado trabajo discográfico de Kesha.
No voy a volver a meterme a fondo con la historia detrás de este tercer disco, ya que si estás leyendo esto es porque probablemente seas fan y has seguido su carrera y seguramente conozcas ya todos los detalles, pero si no es el caso, te recomiendo que busques algunas de las entradas en las que hablo de sus últimos lanzamientos, ya que ahí si que detallo en varias ocasiones todo lo sucedido y quizás re ayude a entender mejor este review.
Rainbow es un álbum del que se esperaba muchísimo, ya que no solo se trataba del regreso de Kesha a la escena musical después de casi 5 años, sino que además tenía muchísimo que contar y con los singles que fue publicando las semanas previas al lanzamiento del disco, dejó el listón muy alto.
Este viernes por fin nos llegó el trabajo completo y, en mi opinión, no ha decepcionado, ya que era difícil saber por dónde iba a venir y no sabía qué esperar.
Es un disco muy personal, pero a la vez muy global, ya que con sus experiencias nos ayuda a superar nuestros propios problemas aunque no estén directamente relacionados con los suyos. Es un álbum cargado de mensajes en el que ninguna canción está porque sí ni sirve como mero relleno.
Como su propio nombre indica, está lleno de colores, no solo en cuanto a sonidos, que mezcla muchísimos estilos, desde el Country al Rock y, obviamente, el Pop, creando un disco muy diverso y especial, sino que además nos sorprende con nuevos registros vocales que nunca nadie hubiese esperado de una artista como Kesha.
Además, gracias a su historia, que nos cuenta a través de todas y cada una de las canciones del disco, podemos disfrutar de un trabajo que nos da esperanza, ya que nos ayuda a ver el lado positivo de la vida y a seguir luchando por nuestras pasiones y por nuestros derechos.
La verdad es que me gustan mucho todas las canciones y me es imposible elegir solo tres temas como hago siempre, pero es lo que toca y las tres canciones que más me han gustado son Praying, el single principal, Hymm, que lanzó una semana antes del disco y que me enamoró desde la primera vez que escuché, y Rainbow, canción que escribió mientras estaba en tratándose su trastorno alimenticio y que resume perfectamente todo lo que nos quiere contar con este nuevo trabajo.
Lo que más me gusta del álbum es que, a pesar de tener a una Kesha completamente nueva, no deja de ser ella misma y podemos ver en las canciones de este disco que lo único que ha cambiado es su libertad para expresarse como artista, ya que nos demuestra en temas como Godzilla, que, a pesar de tener más cosas que contarnos que en anteriores trabajos, sigue escribiendo canciones bobas pero personales que aportan ese toque especial que Kesha siempre ha tenido y que muchos no han sabido ver.
El único fallo que le veo es el orden del track list, ya que lo veo un poco aleatorio y creo que reordenando las canciones podríamos tener un trabajo más efectivo y directo. De resto el álbum me ha encantado y me ha dejado con muy buen sabor de boca, esperando a ver con qué nos sorprende próximamente.
Nota: 9/10
Es un disco muy personal, pero a la vez muy global, ya que con sus experiencias nos ayuda a superar nuestros propios problemas aunque no estén directamente relacionados con los suyos. Es un álbum cargado de mensajes en el que ninguna canción está porque sí ni sirve como mero relleno.
Como su propio nombre indica, está lleno de colores, no solo en cuanto a sonidos, que mezcla muchísimos estilos, desde el Country al Rock y, obviamente, el Pop, creando un disco muy diverso y especial, sino que además nos sorprende con nuevos registros vocales que nunca nadie hubiese esperado de una artista como Kesha.
Además, gracias a su historia, que nos cuenta a través de todas y cada una de las canciones del disco, podemos disfrutar de un trabajo que nos da esperanza, ya que nos ayuda a ver el lado positivo de la vida y a seguir luchando por nuestras pasiones y por nuestros derechos.
La verdad es que me gustan mucho todas las canciones y me es imposible elegir solo tres temas como hago siempre, pero es lo que toca y las tres canciones que más me han gustado son Praying, el single principal, Hymm, que lanzó una semana antes del disco y que me enamoró desde la primera vez que escuché, y Rainbow, canción que escribió mientras estaba en tratándose su trastorno alimenticio y que resume perfectamente todo lo que nos quiere contar con este nuevo trabajo.
El único fallo que le veo es el orden del track list, ya que lo veo un poco aleatorio y creo que reordenando las canciones podríamos tener un trabajo más efectivo y directo. De resto el álbum me ha encantado y me ha dejado con muy buen sabor de boca, esperando a ver con qué nos sorprende próximamente.
Nota: 9/10
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