Interesante formato con demasiada mezcla
En el avión de vuelta de Berlín por fin me terminé la última temporada de American Horror Story, que se me había atravesado y tenía unos cuantos capítulos pendientes.
La verdad es que siempre me pasa esto con todas las temporadas de la serie, empiezan muy fuerte pero a mediados de temporada empiezan a perder interés, o por lo menos no consiguen enganchar tanto como los primeros capítulos.
Como les conté en mi entrada sobre las primeras impresiones de esta temporada, que pueden leer aquí si no la han visto, me gustó mucho el formato documental que habían adoptado para la temporada, pero cuando a la mitad cambiaron por completo el formato me dejó bastante trabado.
El nuevo formato, tipo reality show también me gustó, pero creo que deberían haberse centrado en un único formato, ya que en mi opinión no congeniaban muy bien y al final la historia quedó bastante superficial con tanta mezcla.
Además, se notó mucho la desproporción de los formatos, ya que tuvimos cinco capítulos a modo de documental, cuatro a modo reality y luego un capítulo final con multitud de programas diferentes mezclados que no me gustó nada.
Y hablando del capítulo final, aparte de no gustarme la mezcla de formatos, no me gustó nada cómo terminó la historia, lo único que me gustó de esta final fue el regreso de Lana Winters de Asylum, que hasta ahora es mi personaje preferido de todas las temporadas junto con Madison Montgomery de Coven.
Creo que esta ha sido la temporada que menos me ha gustado, aunque como siempre a nivel interpretativo han estado todos increíbles, siendo este aspecto lo único que me deja con ganas de seguir viendo la serie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario