Digna secuela de un clásico algo sobrevalorado
El miércoles, como era el último día de la fiesta del cine fui con un amigo a ver Blade Runner 2049, película que llamaba mi atención, pero no lo suficiente como para ir a verla un día ordinario, especialmente con todos los estrenos que están por llegar.
La verdad que lo que el mayor aliciente para verla era Denis Villeneuve, que me enamoró el año pasado con Arrival, intrigándome mucho su toque en este mundo ya establecido hace más de 30 años.
Para comentar la película me gustaría ponerles primero en situación. Hasta el año pasado nunca había visto la Blade Runner original y, si les soy sincero, me pareció un auténtico coñazo. Me vi el directo's cut, cosa que no suelen recomendar a novatos de este mundo creado por Ridley Scott, pero no tenía ni idea de este detalle y me costó dos intentos ver la película.
Eso sí, la visión del futuro que tiene y el world building de la película original me enamoraron y fue otro motivo por el que quise ver esta segunda parte. Esta vez sabía a lo que me enfrentaba y fui con la mente despejada, dispuesto a aburrirme pero disfrutar de imágenes bonitas y planos curiosos.
Puede que este fuese el motivo por el que la película me sorprendió para bien, no me encantó, pero no me desagradó y, aunque hubo cosas que no me gustaron, no se me hizo una experiencia tan desagradable como la primera.
La trama nos transporta a años después de la película original y nos cuenta qué ha pasado en esa elipsis de tiempo. Los replicantes vuelven a ser legales, pero son más fieles y fáciles de controlar, aunque siguen quedando modelos antiguos a los que dar caza. Trabajo realizado por K, un replicante detective interpretado por Ryan Gosling, que será el protagonista de la película y ocupará prácticamente el 90% del metraje.
No quiero dar más detalles dela trama para evitar spoilers, pero básicamente K se ve envuelto en un caso que le hará cuestionarse todo lo que conoce y seguiremos todos sus pasos hasta resolverlo.
Aunque me encantó el personaje y, sobre todo la interpretación de Gosling, ya que nos presenta en sí mismo esos aspectos filosóficos planteados en la película original sobre hasta qué punto una máquina es una máquina o tiene vida y puede considerarse humana, me esperaba ver más personajes principales a lo largo de la película y, por ejemplo, Harrison Ford y Jared Leto, a los que han dado bastante bombo durante la promoción del film, apenas salen en pantalla.
En cuanto a personajes secundarios, creo que falta mucho desarrollo y mira que han tenido tiempo, ya que la película dura sus 3 horas, pero muchos de estos secundarios están completamente desaprovechados y solo sirven el propósito de facilitar o dificultar la misión del protagonista.
Lo que más me ha gustado es que la película respeta al 100% la estética de Blade Runner y desde el minuto uno vuelves a meterte de lleno en ese maravilloso futuro semi apocalíptico con dosis de cyber punk que ha inspirado infinidad de películas y animes más modernos.
Además añade ciertos elementos que, gracias a los avances tecnológicos, modernizan la estética sin perder su esencia y creo que esto es clave en la película.
La dirección me ha dejado muy dividido, por un lado me ha encantado la ambición de Villeneuve de rescatar ese ambiente noir característico de la película original, pero por otro lado, muchos de los planos, aunque en su mayoría maravillosos, se me han hecho eternos e infinitos. Si le restásemos 10 segundos a cada plano hubiésemos conseguido contar la misma historia y reducir la duración de la película a casi la mitad y por ende obtenido más tiempo para desarrollar a los personajes secundarios.
La cinematografía, fotografía y edición son brillantes y forman, claramente, el punto fuerte de la película, siendo estos aspectos los que consiguen mantenerte metido en la película y no mirar el reloj cada cinco minutos. Aunque he de admitir que lo miré dos veces durante el último acto.
Mi escena preferida ha sido la escena del trío cibernético, que ya entenderán cuando vean la película. Me ha parecido muy impactante y absorbente, ya que a pesar de ser una escena de sexo, consigue transmitir muchas emociones y contar mucho con muy poco. Además de un uso de efectos especiales brutal. Eso sí, justo esta escena la hubiese alargado un poco y me hubiese gustado ver al director jugar más con ella.
Como habrán podido sospechar, el tercer acto me pareció un poco flojo y en él la película da un giro que no me gustó nada, ya que acaba con toda la dinámica del film y presenta ideas contrapuestas a las ya establecidas en la película original. Además tras un plot twist que podrían haber omitido perfectamente, todo se vuelve absurdo y predecible y finalmente no lleva a ninguna parte.
Lo que menos me ha gustado es lo que podemos asumir que está por venir que, sinceramente no me interesa lo más mínimo y, si dentro de 30 años tenemos una tercera parte, espero que se omita y nos lo cuenten en tres líneas al igual que los hechos ocurridos entre estas dos entregas.
La película es lenta, pero se digiere bastante mejor que la primera y, una vez más, destaca por su belleza visual y conceptual. En general fue una experiencia positiva y recomiendo a todos los amantes del cine como arte que la vean, pero no pondría las expectativas muy altas porque, al igual que tiene muchas cosas positivas, también tiene sus cosas negativas.
Nota: 7.5/10
La trama nos transporta a años después de la película original y nos cuenta qué ha pasado en esa elipsis de tiempo. Los replicantes vuelven a ser legales, pero son más fieles y fáciles de controlar, aunque siguen quedando modelos antiguos a los que dar caza. Trabajo realizado por K, un replicante detective interpretado por Ryan Gosling, que será el protagonista de la película y ocupará prácticamente el 90% del metraje.
No quiero dar más detalles dela trama para evitar spoilers, pero básicamente K se ve envuelto en un caso que le hará cuestionarse todo lo que conoce y seguiremos todos sus pasos hasta resolverlo.
Aunque me encantó el personaje y, sobre todo la interpretación de Gosling, ya que nos presenta en sí mismo esos aspectos filosóficos planteados en la película original sobre hasta qué punto una máquina es una máquina o tiene vida y puede considerarse humana, me esperaba ver más personajes principales a lo largo de la película y, por ejemplo, Harrison Ford y Jared Leto, a los que han dado bastante bombo durante la promoción del film, apenas salen en pantalla.
En cuanto a personajes secundarios, creo que falta mucho desarrollo y mira que han tenido tiempo, ya que la película dura sus 3 horas, pero muchos de estos secundarios están completamente desaprovechados y solo sirven el propósito de facilitar o dificultar la misión del protagonista.
Lo que más me ha gustado es que la película respeta al 100% la estética de Blade Runner y desde el minuto uno vuelves a meterte de lleno en ese maravilloso futuro semi apocalíptico con dosis de cyber punk que ha inspirado infinidad de películas y animes más modernos.
Además añade ciertos elementos que, gracias a los avances tecnológicos, modernizan la estética sin perder su esencia y creo que esto es clave en la película.
La dirección me ha dejado muy dividido, por un lado me ha encantado la ambición de Villeneuve de rescatar ese ambiente noir característico de la película original, pero por otro lado, muchos de los planos, aunque en su mayoría maravillosos, se me han hecho eternos e infinitos. Si le restásemos 10 segundos a cada plano hubiésemos conseguido contar la misma historia y reducir la duración de la película a casi la mitad y por ende obtenido más tiempo para desarrollar a los personajes secundarios.
Mi escena preferida ha sido la escena del trío cibernético, que ya entenderán cuando vean la película. Me ha parecido muy impactante y absorbente, ya que a pesar de ser una escena de sexo, consigue transmitir muchas emociones y contar mucho con muy poco. Además de un uso de efectos especiales brutal. Eso sí, justo esta escena la hubiese alargado un poco y me hubiese gustado ver al director jugar más con ella.
Como habrán podido sospechar, el tercer acto me pareció un poco flojo y en él la película da un giro que no me gustó nada, ya que acaba con toda la dinámica del film y presenta ideas contrapuestas a las ya establecidas en la película original. Además tras un plot twist que podrían haber omitido perfectamente, todo se vuelve absurdo y predecible y finalmente no lleva a ninguna parte.
Lo que menos me ha gustado es lo que podemos asumir que está por venir que, sinceramente no me interesa lo más mínimo y, si dentro de 30 años tenemos una tercera parte, espero que se omita y nos lo cuenten en tres líneas al igual que los hechos ocurridos entre estas dos entregas.
La película es lenta, pero se digiere bastante mejor que la primera y, una vez más, destaca por su belleza visual y conceptual. En general fue una experiencia positiva y recomiendo a todos los amantes del cine como arte que la vean, pero no pondría las expectativas muy altas porque, al igual que tiene muchas cosas positivas, también tiene sus cosas negativas.
Nota: 7.5/10
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