Intensa, extremeceroda y revolucionaria
Ayer fue fiesta en las islas por el día de Canarias y yo tuve que quedarme en casa malo, que encima tenía el cumpleaños de una amiga y me lo perdí. Pero bueno, decidí aprovechar la tarde poniéndome al día con mi lista de películas pendientes.
Decidí echar un ojo a la lista y me decanté por Réquiem Por Un Sueño, película que llevaba años queriendo ver, especialmente tras indagar un poco en la carrera de Darren Aronofsky, que se ha convertido en uno de mis directores preferidos.
Tenía pensado avanzar bastante la lista, pero tras ver esta película, me quedé con un mal cuerpo tan grande que no fui capaz de ver nada más y me pasé el resto del día dándole vueltas a la obra maestra que acababa de ver.
Si bien me encantaron sus propuestas más recientes Madre! y Black Swan, creo que con esta película Aronofsky ha conseguido extremecerme y removerme como nunca otra cinta lo había hecho.
Supongo que ya todos sabrán que la película va sobre el mundo de las drogas y lo que pueden llegar a arruinar la vida de una persona, pero esta premisa para mí no es suficiente, ya que va mucho más allá de eso. Aunque ese sea su claro mensaje principal, está plagada de mensajes secundarios que hacen que realmente te plantees tu vida aunque, como yo, no consumas ningún tipo de droga.
La trama sigue a un grupo de individuos que, aunque están relacionados entre sí, cada uno sufre de su propia adicción por diferentes motivos y en diferentes medidas y, aunque no tiene un argumento al uso con su planteamiento nudo y desenlace, nos muestra la vida de estas personas y el brusco cambio que pega por culpa de esta adicción, haciendo consciente al espectador de los extremos a los que alguien puede llegar en esas situaciones.
El guión me ha parecido brutal, sobre todo el uso del mismo como una metáfora de lo que las drogas provocan en una persona, utilizando acelerones y frenazos durante todo el metraje y ciclos repetitivos que cada vez son más frecuentes y te hacen entrar en un bucle atrapándote y no dejándote salir.
La cinematografía de la película es excelente, con planos magníficos y un uso de la luz y el color que crea atmósferas locas y aterradoras que reflejan el estado mental de los personajes.
Últimamente estoy descubriendo la importancia que tiene el sonido en la experiencia cinematográfica y esta película consigue crear la sensación de inmersión y de que estás en la piel de los protagonistas gracias en gran parte a los sonidos que envuelven la acelerada atmósfera de la película.
Hablando de sonidos, creo que la banda sonora de este film es una de las más épicas de la historia del cine y no tenía ni idea de que pertenecía a esta película, ya que la instrumentación es tan conocida que ha sonado en innumerables anuncios, series, películas y cualquier tipo de medio.
Las interpretaciones de todos los protagonistas son de 10. Ellen Burstyn debería haberse llevado el Oscar al que estuvo nominada, ya que para mí ha sido una de las actuaciones más brillantes que he visto en mi vida.
Jared Leto y Jennifer Connelly también están geniales, pero he de decir que mi mayor sorpresa ha sido la de Marlon Wayans, ya que estoy acostumbrado a verle en comedias descerebradas como Scary Movie o Dos Rubias De Pelo En Pecho y verle en un papel tan diferente me ha decuadrado muchísimo, en el buen sentido.
Como ya dije, la película no es una simple "crítica" o propaganda antidrogas, va mucho más allá, ya que habla de cómo uno puede llegar a perderse a sí mismo intentando conseguir cualquier meta en la vida y lo peligrosa que puede llegar a ser la soledad.
Aún así obligaría a todos los institutos del mundo a poner esta película obligatoriamente a sus alumnos, ya que te deja con un mal estar increíble que realmente puede hacerte reflexionar si realmente merece la pena o no meterse en ese mundo más que la chapa que te pueda dar cualquier profesor.
Sinceramente me ha encantado la película y automáticamente se ha convertido en una de mis preferidas de todos los tiempos al igual que Aronofsky está cada vez más arriba en mi lista de directores preferidos, aunque aún me falta alguna que otra entrada de su filmografía por ver.
Nota: 10/10
La trama sigue a un grupo de individuos que, aunque están relacionados entre sí, cada uno sufre de su propia adicción por diferentes motivos y en diferentes medidas y, aunque no tiene un argumento al uso con su planteamiento nudo y desenlace, nos muestra la vida de estas personas y el brusco cambio que pega por culpa de esta adicción, haciendo consciente al espectador de los extremos a los que alguien puede llegar en esas situaciones.
El guión me ha parecido brutal, sobre todo el uso del mismo como una metáfora de lo que las drogas provocan en una persona, utilizando acelerones y frenazos durante todo el metraje y ciclos repetitivos que cada vez son más frecuentes y te hacen entrar en un bucle atrapándote y no dejándote salir.
La cinematografía de la película es excelente, con planos magníficos y un uso de la luz y el color que crea atmósferas locas y aterradoras que reflejan el estado mental de los personajes.
Últimamente estoy descubriendo la importancia que tiene el sonido en la experiencia cinematográfica y esta película consigue crear la sensación de inmersión y de que estás en la piel de los protagonistas gracias en gran parte a los sonidos que envuelven la acelerada atmósfera de la película.
Hablando de sonidos, creo que la banda sonora de este film es una de las más épicas de la historia del cine y no tenía ni idea de que pertenecía a esta película, ya que la instrumentación es tan conocida que ha sonado en innumerables anuncios, series, películas y cualquier tipo de medio.
Las interpretaciones de todos los protagonistas son de 10. Ellen Burstyn debería haberse llevado el Oscar al que estuvo nominada, ya que para mí ha sido una de las actuaciones más brillantes que he visto en mi vida.
Jared Leto y Jennifer Connelly también están geniales, pero he de decir que mi mayor sorpresa ha sido la de Marlon Wayans, ya que estoy acostumbrado a verle en comedias descerebradas como Scary Movie o Dos Rubias De Pelo En Pecho y verle en un papel tan diferente me ha decuadrado muchísimo, en el buen sentido.
Como ya dije, la película no es una simple "crítica" o propaganda antidrogas, va mucho más allá, ya que habla de cómo uno puede llegar a perderse a sí mismo intentando conseguir cualquier meta en la vida y lo peligrosa que puede llegar a ser la soledad.
Aún así obligaría a todos los institutos del mundo a poner esta película obligatoriamente a sus alumnos, ya que te deja con un mal estar increíble que realmente puede hacerte reflexionar si realmente merece la pena o no meterse en ese mundo más que la chapa que te pueda dar cualquier profesor.
Sinceramente me ha encantado la película y automáticamente se ha convertido en una de mis preferidas de todos los tiempos al igual que Aronofsky está cada vez más arriba en mi lista de directores preferidos, aunque aún me falta alguna que otra entrada de su filmografía por ver.
Nota: 10/10
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