Un Lugar Tranquilo (2018) | REVIEW

Así se hace una película de terror

Una vez más llega la fiesta del cine, que durará desde hoy hasta el miércoles y, aprovechándola, convencí a unos amigos para ir a ver Un Lugar Tranquilo, película que llevaba mucho tiempo queriendo ver.

No solo me intrigaba su premisa, que me parece súper original, sino que además, se trata del debut de John Krasinski como director y su mujer en la vida real Emily Blunt le acompaña en esta aventura coprotagonizando la película con él.

La trama sigue a esta pareja y sus hijos en un futuro no muy lejano, concretamente el año 2020, un futuro en el que unas terroríficas criaturas que se guían por el sonido han infestado La Tierra y acabado con la mayor parte de su población, obligando a los pocos supervivientes a vivir en silencio.

La película, aunque empieza muy lenta, está perfectamente estructurada, estableciendo a los personajes y diferentes situaciones que se irán escalando a medida que avanza la trama para estallar en un frenético acto final, que, en mi opinión, es de los mejores que he visto en mucho tiempo.

Los guionistas han creado un guión casi perfecto que ha sido magníficamente ejecutado por Krasinski y que sigue las bases del suspense establecidas por Hitchcock, mostrándonos elementos y dándonos pistas para ponernos nerviosos. Es decir, en lugar de depender de jump scares, como la mayoría de títulos del género durante los últimos 20 años, se aprovecha del nerviosismo y la tensión que genera en el espectador el saber que algo va a pasar con cierto elemento, sufriendo así durante toda una escena de tensión hasta que dicho elemento cumple su función, en lugar de sufrir en un instante al ser asustados por un ruido o un monstruo, aunque la película también utiliza algún que otro susto de este tipo.

El tema del silencio me pareció una pasada. Nunca esperé disfrutar tanto una película en la que a penas hay diálogo, pero esta característica ayuda a generar una atmósfera increíble que ayuda muchísimo al desarrollo de la trama y la creación de ese suspense.

Además de esto, que ya de por sí eleva muchísimo el nivel de la película, ambos protagonistas interpretan sus personajes brillantemente, especialmente Emily, que espero que se lleve alguna nominación a algún premio importante.

Eso sí, los personajes son bastante planos y algo tontos, cosa que no te hace empatizar mucho con ellos, pero que te ayuda a meterte mejor en la historia, ya que en lugar de preocuparte por ellos te hace pensar en cómo actuarías tú en su misma situación, convirtiéndote en un posible personaje más de la película.

He descubierto que Millicent Simmons es sorda en la vida real también, y me parece muy guay que la hayan incluido en el proyecto en lugar de tirar de una actriz más famosa que no sufra esta discapacidad, pero su personaje me pareció el peor de todos, ya que la mayoría de sus actos contribuían al aumento de la tensión generada por la trama.

La cinematografía y fotografía me han encantado, hay planos excelentes y los efectos especiales, para el poco presupuesto con el que contaba la película son geniales, especialmente el diseño de las criaturas que me ha fascinado, aunque quizás recuerdan demasiado a Stranger Things, Resident Evil y otros monstruos similares.

Como ya les dije, el principio de la película es muy lento y, aunque yo lo disfruté mucho, ya que me hizo meterme de lleno en el mundo de la película, a mis amigos les aburrió mucho, pero el acto final les gustó mucho, así que merece la pena pasar por este planteamiento algo tedioso. 

A mí me encantó de principio a fin y me parece una de las mejores películas de terror, no solo de los últimos años, sino de todos los tiempos. Espero que después de que Get Out abriera el camino en la Award Season de este año, esta película reciba un trato similar porque lo merece.

Nota: 9.5/10