Primer mes en Italia

Bueno, como ya habrán podido comprobar, tengo el blog bastante abandonado, pero entre las prácticas y los viajitos que me estoy pegando apenas he tenido tiempo de actualizar. Eso y que me he enganchado a The Real Housewives Of Atlanta y el tiempo libre que tengo lo empleo en ver el programa.

Al menos ya me he quitado la memoria de encima, que es sobre lo que nos evaluarán en la escuela y por esa parte ya estoy más aliviado.

Durante este primer mes, he pegado unas cuantas visitas a Florencia, he visitado pueblos de los alrededores como Lucca y viajado a ciudades un poco más lejanas como Génova y Roma. Hablaré un poco de cada sitio que he visitado y contaré un poco mis experiencias en cada ciudad.

Pistoia

Como ya dije la última vez, estoy haciendo mis prácticas de empresa en Pistoia, una pequeña ciudad de La Toscana a media hora en tren de Florencia. La verdad es que es una ciudad muy pequeña y no hay mucho que hacer en ella, pero el ambiente por la noche está bastante bien. 

La gente suele reunirse en el centro e ir a los diferentes bares que hay para tomar el aperitivo, tradición italiana que consiste en pagar una bebida y que te traigan comida gratuitamente. El grupo con el que vivo y yo descubrimos una hamburguesería llamada Hengover a la que nos hemos hecho adictos y siempre vamos al mismo sitio. Si alguna vez se pasan por Pistoia les recomiendo que lo visiten.

Lo mejor que tiene la ciudad es que está perfectamente comunicada mediante diferentes trenes que van a los pueblos y ciudades cercanos y que te permiten hacer conexiones para ir a ciudades más lejanas.

Florencia

La ciudad grande que más cerca nos queda es Florencia, por eso la hemos visitado varias veces y nos quedan unas cuantas, todavía hay cosas que no hemos visto como la Galería Uffizi, a la que estoy deseando ir.

El Duomo de Florencia es uno de los edificios más impactantes que he visto en mi vida y, aunque ya había estado en la ciudad hace unos cuantos años cuando hice el Interrail con mis amigos, no dejó de impresionarme.

Realmente, casi todos los edificios son increíbles y los museos son una pasada. El Palacio Vecchio y La Academia son los únicos que he visitado por ahora, pero muy pronto iré a la Uffizi, que contiene uno de mis cuadros favoritos: El Nacimiento De Venus de Botticcelli. En La Academia no hay mucho que ver, pero la visita es obligatoria por el David de Miguel Ángel.

Además, la ciudad es perfecta para ir de compras, tiene tiendas para todo tipo de bolsillos, desde Chanel hasta H&M, pero lo mejor son las tiendas vintage. 

Otra de las construcciones que más me gusta de la ciudad es el Puente Vecchio que es una maravilla y por las noches, cuando algunos músicos se ponen a tocar y cantar, es impresionante.

Todavía me queda visitar también el mirador de Piazza Michelangelo, que probablemente visitaré el mismo día que vaya a la Uffizi.

Lucca

Lucca es un pueblito a casi una hora en tren de nuestra ciudad y es una de las visitas obligatorias de La Toscana. Está rodeado por una muralla que te permite ver todo el pueblo desde arriba dando un paseo muy agradable. 

Sus calles son muy antiguas y tiene algunos edificios históricos muy bonitos. Además, al ser un lugar bastante turistico, hay mucho ambiente en sus calles y te encuentras a todo tipo de gente paseando. 

Como no validamos el ticket, podemos volver cuando queramos y seguramente lo hagamos pronto, porque a todos nos encantó el pueblo.

Génova

Un fin de semana me pillé un tren a Génova para visitar a una amiga y fue uno de los mejores fines de semana del mes. La verdad que me esperaba una ciudad bastante fea, por lo que había oído y visto en películas y documentales, no parece una ciudad muy bonita, pero gracias a esas expectativas, me lleve una muy buena impresión de la ciudad.

Es cierto que tiene algunos barrios un poco chungos y callejones que dan bastante miedo, pero la ciudad es una pasada. al estar construida sobre una colina, tiene muchos puntos de altura con miradores geniales. entre ellos el Palacio Rosso que es de entrada gratuita y desde el que puedes contemplar toda la ciudad.

Tiene un puerto con bastante actividad, el finde que yo fui había una feria de pescado y vino y estaba llenísimo de gente. Además, una de las cosas que más me gustó fue el paseo marítimo.

Génova cuenta con varias playas privadas que forman como pequeños clubs por los que puedes pagar para pasar el día y puedes acceder a una caseta para cambiarte, comer, ducharte y no sé que más porque no entré, pero me pareció bastante curioso.

El domingo cogimos un tren para ir a la playa y, aunque no puede compararse con las playas de Canarias, mi tierra, me lo pasé bastante bien y por fin pisé arena después de semanas sin ver el mar.

Roma

El último fin de semana del mes por fin fuimos a Roma aprovechando que había puente aquí en Italia. Esta era la tercera vez que iba, ya que fui hace 6 años en mi Interrail y unos años más tarde cuando fui de crucero por el Mediterráneo con mi madre y unos amigos.

El primer día lo dedicamos a patear a tope y ver todo lo importante, por primera vez visité el Coliseo por dentro que las otras dos veces no entré y la verdad que merece la pena. Si van con tiempo de ver cosas les recomiendo que entren. Además con la entrada tienes acceso también al Foro Romano, al que fuimos al día siguiente. Por desgracia la Fontana Di Trevi estaba en obras, pero bueno, yo ya la había visto en todo su esplendor y ya había pedido muchos deseos que ahora no recuerdo si se han cumplido, jaja.

El domingo fuimos al Foro como ya dije, pero antes pegamos una visita a la basílica de San Pedro en El Vaticano e, incluso, vimos al Papa. Hicimos una hora de cola, pero mereció la pena. Yo ya había subido, y estaba deseando subir otra vez. Las vistas son una pasada y la iglesia por dentro es preciosa. Merece la pena entrar solo por ver La Piedad de Miguel Ángel.

Nuestra última mañana la dedicamos a visitar el museo Vaticano, al que fuimos muy temprano. Les recomiendo llegar a las 8 aproximadamente que no hay mucha gente y solo tienen que esperar una hora hasta que abra. Nos cuadró que cuando fuimos a comprar la entrada un señor se nos acercó a mi compañero de viaje y a mí y nos regaló dos que le sobraban, así que nos tocó visita gratuita, jaja.

Aquí tampoco había entrado en mis dos visitas a la ciudad, y quedé bastante impresionado. Hay muchas esculturas dentro del museo, entre ellas el Laocoonte, pero lo que más me gustó fueron los techos y el edificio por dentro, eran una pasada. La Capilla Sixtina es impresionante también, pero me pareció un poco coñazo el barullo que se forma y los guardias, ya que hacen más ruido ellos que los turistas.

En fin, esto es todo lo que se me ocurre contarles de mis experiencias en Italia por ahora. A ver si antes de volverme a España actualizo y cuento un poco más.